lunes, 4 de julio de 2011

Viento.

Acaricias suavemente mi mente en los momentos más solitarios. Eres tan extraña que desearía darte un nombre. Pájaros negros vuelan cerca del sol, tan cerca como jamás estaremos. Solo me atrevo a decirte viento. Viento no me castigues en las tardes de otoño. Viento perdóname.

5 letras.

Tus frías manos aun me acompañan a dormir las noches de dolor. Algunas noches te siento entrar en mi habitación con un arma y por mas que te ruego no disparas.
¿Sigues esperando que el sol te empiece a quemar?

A Dios.

Mi corazón nunca tocara el cielo amor. Las mentiras y el amor nunca se llevaron bien. No importa cuanto rece amor, “el” nunca escucha mis rezos. No lo culpo, debe de tener cosas importante de las cual ocuparse.

Srta. Vancouver.

¿En que caminos tan escabrosos nos metimos esa noche? Las estrellas no salieron esa noche, tampoco las buenas intenciones, pero después de la noche siempre llega el día.  Srta. Vancouver es hora de separarnos, el viento comienza a soplar fuerte.

Perfume.

“…es domingo y esta todo en calma.”. Tu nuevo perfume hoy corre por mis venas. Ella es tan fashion no deja nada librado al destino. Juega y canta con las sombras, nadie opaca su alma.

Piscis.

Tu cuerpo murmuro en el agua.
Tu piel brillo al sol.
Tu día fue tan perfecto. 

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